Claves para saber si tu trabajo te desmotiva
La felicidad de un aumento sueldo o un cargo superior dura poco y nada: en tan solo dos meses esa alegría se marcha y, el empleado, vuelve a su estado de ánimo original, como si jamás lo hubieran ascendido o le hubiesen dado una compensación económica.
Así, según un estudio de la consultora Dealivering Hapiness at Work, el 72% de los empleados son infelices en su trabajo. Esta situación se da pese a que las tres cuartas partes de la vida de una persona las pasa en la oficina.
En ese sentido, la consultora enumeró una serie de indicadores que señalan cómo saber si el empleado está "quemado" (síntoma de burnout) o desmotivado, ellos son:
- Suena el despertador y no quieres levantarte.
- El domingo por la tarde estás preocupado, angustiado y no tienes nada especialmente difícil el lunes.
- Tienes un nivel de energía bajo, te sientes constantemente cansado.
- Posición de víctima: no tomo las riendas de mi vida sino que alguien las lleva por mí.
- Todo lo ves negativo.
La motivación es un factor clave para la creatividad, la productividad y la felicidad. La desmotivación es como la nieve. La nieve es una de las palabras que más sinónimos tiene para los esquimales porque es tan familiar para ellos que pueden reconocer las diferencias sutiles entre los tipos de nieve, y reaccionar de acuerdo a las posibilidades que brinda cada uno. La mayoría tenemos una única definición para la falta de motivación, lo que significa que asumes que debes luchar con el mismo problema en lugar de encontrar las diferencias en cada uno.
5 tipos de desmotivación y como combatirlos
Ya sea por miedo, ansiedad por un nuevo desafío o cualquier otro motivo, todos nos desmotivamos de vez en cuando. Aprende cómo combatir las situaciones más cotidianas que generan desmotivación
1. El miedo te desmotiva. ¡Enfréntalo!
Cuando tienes miedo, incluso si se trata de un territorio al que has optado por ingresar, una parte de ti está decidida a evitar avanzar. El miedo enlentece, te hace dudar y ser cuidadoso, que puede en ocasiones ser beneficioso para poder analizar los riesgos que te rodean. Si el miedo es lo suficientemente grande ni siquiera sentirás el entusiasmo de avanzar.
Para motivarte nuevamente necesitarás enfrentarlo. Empieza nombrándolos y sacándolos al descubierto. Recuerda agradecer su presencia ya que te ayudan a ser cauteloso y luego cuestiónalos. Algunos comenzarán a desaparecer, y los que no lo hagan deberás pensar en ellos y comprender de dónde provienen.
2. Te desmotivas por establecer las metas equivocadas...¡cámbialas!
De acuerdo con la expert Martha Beck, tenemos un ser esencial y un ser social. El primero es la parte creativa, juguetona y divertida, la que sabe lo que es importante para ti, mientras que la segunda es la que desarrollas desde el día en que naces, aprendiendo las normas sociales y trabajando duro para sentirte seguro y seguirlas al pie de la letra.
La desmotivación proviene cuando marcas objetivos en base a tu ser social e ignoras el ser esencial. Tómate un tiempo y analiza tus metas, y nota cómo responde tu cuerpo ante ellas. Cuando tu respiración indica contrición y presión es porque se trata de metas tóxicas.
3. Te desmotivas porque no sabes lo que quieres
Cuando no has articulado consciente y claramente lo que quieres, la imagen del futuro será vaga. Resistimos lo desconocido y nos quedamos en el entorno de lo conocido y cuando lo haces la desmotivación ataca. Si quieres crear algo diferente no es suficiente con saber lo que quieres, necesitas saber qué quieres en lugar de ello y por qué, y empezar a cambiar.
4. Te desmotivas por un conflicto de valores
Tus valores son lo más importante de tu vida. Si estás en conflicto con ello es porque sabes que no puedes satisfacerlos en alguna situación en particular. Así te sentirás preocupado y tirado hacia diferentes direcciones mientras intentas descubrir qué es lo importante para ti. Puede que al principio te sientas motivado y desmotivado cada cierto tiempo, pero finalmente la motivación ser irá sino resuelves ese conflicto. Para ello reconócelo, escribe las direcciones hacia las que te sientes impulsado y elige la que te parezca la correcta.
5. La falta de autonomía te desmotiva
La autonomía nos hace prosperar. Todos tenemos un centro de decisión en el cerebro y necesita ejercitarse. Quienes no lo hacen tienen un riesgo mucho mayor de padecer depresión. Si tienes poder de decisión incentivas tu creatividad y te motivas, te sientes más productivo. Considera que tanta autonomía tienes en relación a las metas que persigues y cómo lograr más autonomía a través de tus tareas, tiempo, técnicas, ubicación y equipo de trabajo y habla con tu jefe para aumentar tu autonomía en el trabajo.